Cultivos ecológicos
Empezando por los tomates procedentes de Gatika o la deliciosa cebolla de Zalla (D.O.), todos y cada uno los ingredientes que entran en nuestra cocina proceden de cultivos ecológicos. Nuestros productos de alimentación están certificados por la Unión Europea (ES-ECO-026-VAS, EB/ez EB Nekazaritza, Agricultura UE/no UE).
Siempre en la brecha
Nuestra actitud erre! nos guía en la vía de la insumisión para no conformarnos con nada. Somos el azote del establishment, porque en cada línea de productos que entramos vamos a gas y buscamos el lado diferente. Además, creemos que lo gourmet no debe ser exclusivo del sibarita. Los punkis también queremos nuestra parte.
Los mejores chiles
Los chiles que utilizamos en nuestra receta no sólo proceden de cultivos orgánicos, sino que provienen de semillas de gran calidad. El espíritu del buen ají (también conocido como chile o pimiento pikante) lo llevamos al resto de nuestros productos, mezclando singularidad con calidad: cada elemento de cada producto es el mejor que podemos conseguir: camisetas, estampación, etiquetas, y todo eso.
Productos de cercanía
Tratamos que nuestros productos tengan el mínimo impacto medioambiental y social, promocionando el producto de cercanía y el comercio justo. El 90% de ingredientes de nuestras salsas proceden de Euskadi, nuestras camisetas se imprimen en Euskadi, y el resto de productos los traemos de provincias limítrofes. No es perfecto, pero seguiremos mejorando.
¿Quién demonios somos?
Como decía Evaristo, no somos nada. Pero tenemos muchas batallitas que contar. La más guapa de todas es la del viaje del Ogro Potolo, nuestro bonachón en conserva, el cabezudo que sacamos a bailar con la txaranga. Este pieza en su larga travesía por Euskadi y más allá se topó con Aitona, nuestro otro cabezudo, quien le dio a probar la salsa artesanal, le hizo apreciar el producto ecológico y le invitó a llevar su mensaje al mundo. Luego Eváramo, el aldeano agricultor de costumbres variopintas, introdujo a Potolo en la cultura punk y le mostró la vía de la insumisión. Desde entonces, Potolo grita Erre! allí donde va.